Nuestra mejor recompensa
Hoy más que nunca son otros los rivales a vencer, el hambre, la salud, la educación, la justicia, todas ellas siguen siendo necesidades básicas de todas las sociedades y muy en particular de las nuestras. El lograr ayudar a combatirlas no puede estar lejos del ideal masónico y humano, sino que debe ser en si, el fin mismo de toda institución y de todo ser humano.